Hola, me llamo Canelo, y soy un labrador, si no es mucha molestia...
Me acaban de sacar del infierno, y, la verdad, estoy todavía un poco desubicado...
Podeis ver, por la carita que pongo en las fotos, que no las tengo todas conmigo...lo he pasado tan mal que cualquier cosa me resulta una amenaza, y en seguida pienso que van a llevarme de vuelta allí, donde dejé a todos esos compañeros, quedarse, apagarse, lentamente...
Solo de pensarlo, me echo a temblar....
Bueno, pero intento olvidar aquello, y más, porque ahora me han dado una nueva oportunidad de comenzar...no sé por qué me tocó a mí, la verdad, y no a cualquier otro de aquellos compañeros de celda...bueno, puede que ser un labrador me haya ayudado...aunque también ser un labrador me metió allí...es que resulta que soy de una raza explotada....
Todo eso que he pasado, me va a servir para apreciar más las pequeñas cosas...una caricia, un ratito jugando a la pelota...un cuenco de agua fresquita, y si, por qué no decirlo, alguna chuche, que dicen que están deliciosas.....quien me dé eso, tendrá mi cariño fiel por los siglos de los siglos...
Me acaban de castrar, ya me veis, con esa campana tan incómoda...pero no tengais pena por eso...eso me va a evitar enfermedades y angustias varias, y además, ya no habrá peligro de que mi estirpe siga llenando celdas inmundas...
Tened pena mejor de mis compañeros, de los que no salieron del infierno...
Me llamo Canelo...a que soy un labrador precioso? Me llevas a casa a que me olvide de aquello?