martes, 6 de enero de 2009

Zara, no te canses...





Perdí el control, sólo por un momento...

Quería guardarte, como si fueras mi posesión. No fui yo. De veras, yo no.

No llores, Zara, se me nubló la mente y el corazón se puso a buscar soluciones no muy coherentes.



Quizás, si alguien pensara en tí, si supiera cuanto mal te está haciendo esa soledad.

Si contaran contigo, si no sólo se tratara de explicarte lo imprescindible que eres.

Quizás, si alguien te invitara...



Quizás si esto no sucediera, si con tu corta edad, no hubieras tenido que pasar por el banquillo de los vencidos.

Entonces, yo juraría que sí, que todo fue por algo, que espero esa señal del destino.

Porque desde que te ví, esa es mi resolución... voy a esperar ese suspiro. Voy a esperar, sin cansarme, sin rendirme....



Si tú tampoco te rindes, escribe a sosgolden@gmail.com