No noté nada especialmente distinto en mi invisibilidad en aquella mañana de aquella solitaria vida mía, así que me sorprendió cuando me vi lanzada a la orilla del abandono…
Él me lanzó con fuerza, desde el desprecio, anclado en la ignorancia, y con la energía que da la maldad, sin responder a la pregunta que le formulaba mi mirada…nunca sus ojos se habían encontrado con los míos, aunque yo nunca dejé de buscarlos, que para algo soy un perro…es mi deber encontrar lo bueno del ser humano…aunque hay veces que realmente es tarea imposible…
A ÉL le daba mucha pena humanizarme, esterilizarme, pues era un apasionado de las leyes naturales, así que nunca se preocupó de que no vinieran al mundo más seres despreciados como yo…debe de ser que si no ves a uno, tampoco vas a ver a seis...
Fueron cinco, mis chiquitines…no debieron venir, pero yo nunca he querido tanto…eso fue más duro, incluso, que cuando mi VIDA saltó por los aires …me los tuvieron que quitar (si no hay sitio para mí, menos aún para ese gran pack!)…
En este mundo tan “humano”, los hijos de los perros siempre son quitados a sus madres demasiado pronto….(a veces hacen unas fotos preciosas del momento del robo/venta)…
La gente que humaniza a conveniencia las Leyes Naturales, sobretodo en el temita de la castración (uys! qué dolor!) nunca se acuerda de la Ley esa, que debería de ser Divina, que habla de no separar a madres de sus bebés…
Esta soy yo, me llamo Vilma, y aunque ya he vivido lo mío, tengo apenas un año…
Me lanzaron a la nada con la fuerza de la maldad…tengo ojos color miel, soy bella por dentro y por fuera…
Y estoy sola, aunque se rumorea por aquí que eso se va a solucionar…..
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