A veces me quedo sin palabras, os miro a los ojos en esas fotos que mandan y no tengo palabras para describir lo que siento, sólo puedo leer lo que vosotros me decís en vuestra mirada y eso me martillea en el cerebro.
¿Por qué? Me preguntáis y no tengo respuesta.
¿Por qué? Me seguís diciendo... ¿Qué he hecho yo para que se nos trate así?
Y cuando recupero el poder de la palabra es tarde para responderos que no habéis hecho nada, que sólo por nacer os ha tocado vivir una pesadilla y entonces ya es cuando se me revuelven las entrañas y maldeciría a la persona que os trata de esa manera.
Pero entonces pienso ya no me quedan fuerzas para maldecir y ayudarte al mismo tiempo, así que me pongo manos a la obra y rebusco en lo mas profundo de mi ser para encontrar las palabras que conmuevan a una persona de buen corazón y te haga un hueco a su lado.
En algunas preciadas ocasiones eso se consigue y alguien velará por vosotros durante toda la vida, pero en otras pienso sería tan fácil que no fueran necesarias las palabras, sería tan fácil que todos pudiéramos leer en vuestra mirada y eso nos bastara para daros una vida digna.
¿Por qué? Me preguntáis y no tengo respuesta.
¿Por qué? Me seguís diciendo... ¿Qué he hecho yo para que se nos trate así?
Y cuando recupero el poder de la palabra es tarde para responderos que no habéis hecho nada, que sólo por nacer os ha tocado vivir una pesadilla y entonces ya es cuando se me revuelven las entrañas y maldeciría a la persona que os trata de esa manera.
Pero entonces pienso ya no me quedan fuerzas para maldecir y ayudarte al mismo tiempo, así que me pongo manos a la obra y rebusco en lo mas profundo de mi ser para encontrar las palabras que conmuevan a una persona de buen corazón y te haga un hueco a su lado.
En algunas preciadas ocasiones eso se consigue y alguien velará por vosotros durante toda la vida, pero en otras pienso sería tan fácil que no fueran necesarias las palabras, sería tan fácil que todos pudiéramos leer en vuestra mirada y eso nos bastara para daros una vida digna.
Qué ciegos estamos los humanos... ¿de qué nos sirven los ojos sino somos capaces de ver con el alma lo que el alma de otro ser vivo nos dice?
¿No será que en esta carrera en que hemos convertido la vida hemos perdido el alma y sólo podemos recuperarla conviviendo con vosotros?
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