Me gustaría darte un nombre, Perri. Pero no tengo palabras. Todos os merecéis una historia, a ser posible real y no inventada, porque todos tenéis la necesidad de ser únicos, para eso nacistéis, aunque ni siquiera lo pidiérais.
Y esa necesidad viene por el sitio en el que os encontráis. Ese lugar os agrega a la multitud, os convierte en un número de la próxima lista de sacrificios. Dejáis de ser perros, para ser uno más, el siguiente...
Me gustaría darte un nombre, Perri, pero para eso tengo que sacarte de donde estás, para eso, tengo que devolterte tu vida y para eso, alguien tiene que mirar tu foto y decidir de nuevo que eres único.
Perri necesita acogida temporal u hogar definitivo, sólo así se librará de su infierno particular. Si quieres ser tú, escribe a sosgolden@gmail.com
